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Kevin Hart lidera el elenco de “War Night”, una serie documental sobre un infame atraco.

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El 26 de octubre de 1970, la noche en que Muhammad Ali hizo su regreso a la pelea contra Jerry Curry en Atlanta, una casa llena de invitados a la fiesta, incluidos varios pesos pesados ​​del mundo del crimen organizado, fue asaltada en una fiesta suburbana. en ese momento y recientemente informó sobre el tema del podcast de lucha contra el crimen, “Fight Night”. Ahora ha sido traducido por Shayi Ogbonna (“The Chi”) en una serie limitada muy pulida, “Fight Night: The Million Dollar Heist”, que se estrenó el jueves en el Peacock y está protagonizada, no literalmente, por personajes reales.

Kevin Hart interpreta a Gordon Williams, también conocido como Chicken Man (no debe confundirse con Philly Blow Up Chicken Man de Bruce Springsteen) “Ciudad Atlántica”) por la costumbre de comprar sándwiches de pollo a chicas guapas. Williams (lo llamaré Williams porque no quiero seguir escribiendo “Chicken Man”) es un vagabundo que se gana la vida principalmente con los números, la lotería no oficial del centro de la ciudad. Es una figura muy querida y popular del vecindario; es el comediante Kevin Hart, excepto por las personas a las que se lo debe.

Cuando un amigo cercano, Silky Brown (Atkins Estimond), se da cuenta de que el “padrino negro” de Nueva York, Frank Moten (Samuel L. Jackson), estará en la ciudad para una pelea, Williams espera convertirse en el hombre de Moten en Atlanta y lo vende en el basurero. . Moten y otros grandes jefes del crimen, especialmente el gran hombre de Nueva Jersey, Cadillac Richie (Terrence Howard), organizan una fiesta en un casino en su casa. Es decir, la casa que comparte con su novia Vivian (Taraji P. Henson), no con su esposa Faye (Artres Johnson) y sus hijos. Los villanos se enteran de esto y planean robar a todo el grupo.

“Fight Night” Terrence Howard como Cadillac Richie, Samuel L. Jackson interpreta a Frank Moten y Michael James Shaw interpreta a Lamar.

(Parrish Lewis/Pavo real)

Aunque gran parte de lo que sucede antes y después de este evento es ficción, la mecánica del robo tal como se muestra en la imagen es consistente con los hechos establecidos: hombres armados enmascarados llevan a los visitantes directamente al sótano, donde les quitan sus objetos de valor y su ropa. Las cuentas del envío –sólo cuentas, porque salvo algunos invitados que estaban disgustados con la conversación o las acusaciones– rozaron el millón de dólares, una cifra cómoda e impresionante digna de un subtítulo de miniserie. Como propietario de la casa, Williams, aunque él mismo era una víctima, fue anunciado en la prensa como el principal sospechoso, mostrando un objetivo en su espalda.

Mientras tanto, el policía J.D. Hudson (Don Cheadle), el primer teniente detective negro de Atlanta, es asignado para proteger al controvertido Ali (Dexter Darden, unos centímetros más bajo que el campeón pero perfectamente adaptado para el papel), dos veces el propósito de negarse a ser reclutado y ser negro en un estado donde el Klan está activo. (El gobernador segregacionista Lester Maddox hará una aparición extraña, creíble y ciertamente históricamente inexacta en una carretera solitaria de un pueblo mientras Hudson lleva a Ali a su avión fuera de la ciudad).

Los asuntos relacionados (no son suficientes para formar un tema, pero nos recuerdan la serie de una manera que nos recuerda su presencia) involucran el futuro de Atlanta, que se describe como una ciudad campesina que se ha convertido en un centro de riqueza negra y el poder encuentra

En esta narrativa, la guardia de Ali comienza un asunto desagradable para Hudson, un veterano que piensa que Ali debería haber servido. (“Cariño, serviste en Missouri”, le recuerda su esposa Delores, interpretada por Marsha Stephanie Blake). Se olvida y se dirige a Ali como el Sr. Clay, quien a cambio lo llama “Oficial Mayberry”, y las contradicciones que le brindan. base. para hacer comentarios sobre la raza en Estados Unidos. Pero a medida que pasan tiempo juntos, antes de que Ali salga de la tercera serie de ocho, crece el aprecio mutuo. Podría ser la base de una dulce película independiente (sin duda es una pieza animada de la serie), pero en contexto, es un estreno para una película de acción que espera entre bastidores.

Sin Ali, Hudson es asignado a investigar un robo en la casa de los Williams; como hombre negro, se cree que tuvo mejor suerte con los testigos. El teniente negro J. h. Amós, su compañero en la investigación real, desaparece de la narración; en su lugar, tenemos a un policía blanco competitivo, violento y racista (Ben VanderMey) a quien Hudson está decidido a derribar.

Foto de perfil de un hombre con bigote y traje color canela.

Don Cheadle interpreta al policía sincero JD Hudson.

(Eli Joshua Ade/Pavo real)

Los créditos retro, los efectos de pantalla dividida y las canciones periódicas de R&B ofrecen algo ligero desde el principio, pero gran parte es muy oscuro: hay muchas armas blandiendo, apuntando a la cabeza y, sobre todo, tiempo para disparar. La mayoría de los personajes aquí son criminales, desde el semi-cómico y relativamente inofensivo Williams hasta el engañosamente ciudadano Motheny, aunque hay algunos intentos de definir lo peor y lo menos malvado entre los ladrones, y en algunos casos incluso simpatizar. .

Pero, a pesar del uso generoso de tropos visuales de finales de los 60 y principios de los 70, esto no es Ocean’s 11 ni Thomas Thomas. “War Night” coquetea con una variedad de géneros (parodia, procedimientos policiales, drama social, película de policías amigos) que tienen éxito en sus propios términos pero que no encajan del todo. Y a medida que la serie llega a su fin, la trama se aleja cada vez más de los hechos, sacrificando la historia e incluso la verosimilitud por las emociones de una película de género, terminando con un aguijón que hace que las cosas sean irreales y ridículas.

Vale la pena considerar cualquier proyecto que reúna a Cheadle, Jackson, Henson, Howard y Hart, ya sea que tenga éxito o fracase en su conjunto, y todos tienen que hacer una A mayúscula en el camino; de hecho, a veces parece que las escenas están diseñadas precisamente para este propósito, con monólogos cuasi teatrales que dan a los actores un mayor espacio. Cualquier cosa menos parece… inusual, como encerrarlos en el sótano.

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